Hoy, Nos Recordamos

Mi familia no está aquí.

Recibo tarjetas de cumpleaños y navidad de ellos, y desde el 25 de octubre del 2015, cada cheque viene con una maldición. “¿Todavía estás haciendo esto?” “Que tu mente se aclare y veas bien las cosas,” “Creo que tu esposa te convenció a hacer esto,” “Para nuestro hijo,” “Querido [nombre viejo],” texto en español todo en masculino, y más, cada uno recordándome que la definición suya de “aceptarme” significa “Menos ese tiempo en el funerario de tu abuelo, no vamos a sacarte físicamente de eventos familiares.”

Han amenazado denunciarme por media docena pecados distintos contra su visión de cómo su familia debe presentarse, y han demandado que yo les perdone porque, cada vez, ellos cedieron. Son personalmente repugnados o decepcionados de todo lo que soy y lo que represento, y han sido así desde antes que yo supiera esas cosas. Votan con su disgusto, hasta que en la elección más reciente en los Estados Unidos, su intolerancia ganando sobre cualquier pretensión a solidaridad entre personas de color. Oyen las cosas horribles que esta comunidad, mi comunidad, aguanta, nuestros Pulses y Pences y la lista sin fin de nuestros hermanas quienes nosotros recuerdan hoy, y cuando no se alegran con la idea de alguien representándose por “valores familiares,” piensan en la curiosidad de yo no considerando esos horrores suficiente para “seleccionar” no ser uno de ustedes. No me entienden, no quieren entenderme, y las fotos únicas de mí que tienen en sus paredes son de antes que les informé de me.

Sigo regresando porque este mundo me prometió que la familia significa algo. Me prometieron que ellos serían las personas a quienes importo suficiente para que ellos hagan una prioridad  de entenderme. Me prometieron que siempre serían las personas más orgullosas de mí por ser la primera de los diecisiete nietos de mi abuela a ganar un doctorado. Me prometieron que serían anclas preciosas en mi cultura, manteniendo las vistas y olores y las tradiciones festivas de mi raza cerca, no importa lo lejos que fui. Me prometieron que ellos eran la gente alrededor de la cual yo nunca sentiría o sería intruso. Me prometieron que ofrecerían consuelo cuando lo necesitaba. Me mintieron.

Rae’lynn Thomas, 28, fue asesinado a tiros por el novio de su madre quien vivió con ellas.

Xiaofeng Zhang, 22, fue empujado de una ventana por su padre.

Raina Aliyev, 25, fue renunciada por su familia, quienes demandaron su asesinato en la televisión rusa. Fue encontrado desmembrada.

Tengo relaciones quienes me comandan a sentirme agradecido de no ser uno de ellos cada vez que les recuerdo que mis padres me han prometieron nunca llamarme Alyssa. Tengo relaciones que me dicen que mi estremecimiento cada vez que Mamá y Papá me recuerdan que desean que yo no ser yo no es razonable, porque Mamá y Papá se presentaron a mi convocatoria, y de esa clara manera, están “tratando.” Tengo demasiadas relaciones quienes votan por me opresión entusiásticamente y específicamente y todavía esperan que me siento seguro alrededor de ellos. Tengo demasiadas relaciones cuyas respuesta única cuando menciono los abuses que aguanto es “tú escogiste esto.”

Incluso cuando me engancho en y persigo los últimos destellos de esperanza para ellos, puedo ver que estaba equivocado acerca de algo.

Mi familia si está aquí.

Nosotros estamos aquí, sosteniéndonos en este día oscura cuando recordamos los de nosotros quitados demasiados jóvenes, y empujamos por afuera el pensamiento más oscuro, ¿Cuántos más? Nosotros estamos aquí, continuamente circulando entre nosotros los excesos más pequeños de nuestras cuentas bancarias porque sabemos que regresaran cuando los necesitamos. Nosotros estamos aquí, memorizando y averiguando recursos porque sabemos que él que viene tendrá las mismas preguntas y menos tiempo. Nosotros estamos aquí, compartiendo todo lo que tenemos porque sabemos que nosotros somos todo que tenemos.

Nosotros estamos aquí, haciéndonos testigos del enojo y tristeza y dolor porque sabemos que cerca cada uno de ellos es, y lo que significa para nosotros todavía de pie cuando uno de nosotros se cae. Nosotros estamos aquí, dejando que ninguno de nosotros sea desamparado aunque nuestros propios padres están contentos vernos ir.

Hoy, recordamos los de nosotros quienes no están aquí nunca más porque ellos lo han quitado. Hoy, recordamos los que no pudieron estar aquí hoy porque ellos los hicieron miedoso. Hoy, recordamos los de nosotros obligados a escoger entre nuestro comunidad y cultura, y nuestros mismos, y que decisión horrible y dolorosa es, y lo crítico que es que esas personas encuentran una comunidad trans acogedora, comprensiva, y anti-racista cuando huyen.

Hoy, recordamos el sueño de un año en que las listas no se crecen.

Hoy, prometemos al futuro, que seguiremos estando aquí por cada uno, en dolor y en enojo, en pobreza y añoranza, en desesperación y en esperanza.

Hoy, nosotros recordamos.

(Video parcial de la versión en inglés de esta obra en la memorial del DMT en Ottawa.)

{advertisement}
Hoy, Nos Recordamos
{advertisement}